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jueves, 16 de junio de 2011

Los Chamanes y Profetas en los Gallos.

Algunos definen la palabra "chamán" como brujo que usa la magia, herbolaria y conocimientos ocultos con el fin de descifrar los secretos y controlar los acontecimientos. ¿Se dan cuenta cuántos chamanes hay en gallos? Empecemos por quienes venden gallos y gallinas puras. Estos mismos individuos no pueden definir ni contestar qué es un gallo puro. ¿Acaso será aquel que no ha pecado? Puedo asegurar que, en el estricto significado de la palabra, nadie tiene puros. Es más, en un periodo corto de tiempo (tres o cuatro años), el mismo criador tiene otro tipo de gallos ¿Cuáles serán los puros? En caso contrario, estaría fuera de época. Dígase lo que se diga, el gallo actual es superior al del pasado. La vida ha sido tan vertiginosa que la gente de mi generación se crió sin televisión, teléfonos celulares, telefax, internet, viajes espaciales y demás cosas cotidianas. Todo ha avanzado, ¿acaso los gallos no? ¿Seremos tan brutos?

Quien dice tener gallos consanguíneos de tal o cual criador por años, solo tiene basura o, en su defecto, nos esta mintiendo. El Old English Game de antaño, triunfador en Inglaterra y Estados Unidos, no puede competir contra sus descendientes americanos actuales. De igual forma, el gallo español actual es muy superior al existente a mediados del siglo pasado. Si bien han persistido los nombres, los gallos contemporáneos muy poco se asemejan a los originales, ya que la competencia y el criterio de los nuevos criadores impactan decisivamente en la composición genética y comportamiento de los gallos actuales. No cabe duda que lo que nos ofrecen pueden ser  ases, pero no puros, claro que si son brujos o chamanes a lo mejor sí. Muchos de los criadores exitosos del pasado, si pelearan sus gallos gloriosos en la actualidad, serían del montón, si bien les iba. Sin embargo, hay quienes nos venden caros los invencibles gallos de antaño. 
 Otro tipo de brujos es aquel que nos vende pócimas, alimentos sobrenaturales, brebajes y demás, para ganar las peleas. Si eso fuera cierto, qué fácil sería ganar. Para ser triunfador se necesitan buenos gallos, bien nutridos y mejor preparados, bien armados y bien manejados. Nada de esto lo puede sustituir una pócima mágica.
 Otros nos hacen creer que tienen secretos ocultos para seleccionar sus reproductores. Se dan el lujo de hacerlo de noche, en la oscuridad; solo les faltan las velas negras y la presencia de Lucifer. Lo peor del caso es que hay ingenuos que se lo creen. La única selección válida son los resultados obtenidos en la cancha. Que yo sepa, no conozco ningún criador o competidor exitoso que sea fantasioso. No me imagino a Mr. Hatch, a Mr. Kelso o al Coronel Mendieta vestidos de Merlín, mago inglés de la Edad Media, bajo la luz de la Luna seleccionado sus pies de cría.

Otro tipo de magos son los conocedores expertos de la amarrada. Con qué autoridad dicen: “el gallo no corta porque va mal armado”. Si esto es cierto, enséñenles a los truhanes y mañosos en dónde no corta la navaja. Les garantizo que se harán ricos, nunca les fallarán las trampas y ganarán mucho dinero. Lo malo es que el gallo que se mete a la pelea doblado y arrimando las patas siempre hiere. Lo cortador se hereda, la postura puede influir, solo el gallo que lleva las patas tiesas, arropadas o que no las hace llegar dobladas al rival no corta. Les garantizo que no hay chamán que le meta las manos al gallo mal armado porque supuestamente no corta.

Todo lo que ha tenido éxito en la gallística mundial es lógico y tiene bases científicas. Lo demás son cuentos chinos para gente  ingenua que todavía cree en fantasías. Lo peor del caso es que repiten sus mentiras, las practican y se las llegan a creer, engañándose a sí mismos. Cuando llegan a ganar un torneo, lo atribuyen a sus magias; lo que no cuentan es cuántos torneos han perdido a pesar de sus secretos y pócimas. Por lo que a mí respecta, que vivan los chamanes, pero yo me quedo con lo árido de la ciencia, madre del progreso de la humanidad.